Salones
La Casa dispone de cuatro salones para reuniones y proyecciones con capacidad para 40, 50 u 80 personas. Biblioteca.
Un centro de espiritualidad, es siempre un espacio donde, desde la acogida, se ofrece un ambiente de silencio y oración, un espacio para encontrarse con uno mismo, recuperar la paz y retomar el camino de la vida con nuevas energías espirituales, con un nuevo impulso interior que el Espíritu Santo suscita en el corazón de quien se detiene a escucharle.
El Santuario de Montiel además de ser nuestra Casa fundacional, es un centro de Espiritualidad abierto a cuantas personas, entidades parroquiales, grupos de reflexión, Ejercicios Espirituales, jornadas de formación o convivencias que lo soliciten. Transmitimos, en la medida de lo posible, la Historia del lugar, nuestra historia. Compartimos con sencillez lo que somos.
El Santuario y la casa de espiritualidad forman un conjunto arquitectónico y espiritual único enclavado en un inmejorable paraje, sobre la dominante loma que da origen a su nombre, Lugar devoto desde tiempos ancestrales, ofrece paz, tranquilidad y sosiego de espíritu, un ámbito que posibilita o favorece el encuentro con Dios.
Las instalaciones de la casa combinan la mejor arquitectura moderna, con el más profundo respeto a la tradición y los valores que le dieron origen.
Casa Espiritual
Historia
La Casa de Espiritualidad del Santuario de Montiel, ubicada en Benaguasil, es un lugar con una historia profunda y un vínculo especial con la comunidad religiosa y el pueblo. Este espacio de recogimiento y paz está custodiado desde hace varias décadas por las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, una congregación fundada en 1885 por el Padre Luis Amigó, con el propósito de vivir y difundir la espiritualidad franciscana a través de la caridad, la educación y el cuidado de los más necesitados.
La presencia de las Terciarias Capuchinas en el Santuario de Montiel comenzó a mediados del siglo XX. Las hermanas, con su vocación de servicio y dedicación, encontraron en este santuario un lugar perfecto para cumplir su misión de ayudar a los demás y ofrecer un refugio espiritual a quienes buscan paz interior y conexión con Dios. Desde entonces, la casa de espiritualidad ha sido un centro de oración, retiros espirituales y formación, no solo para la comunidad local, sino también para personas de distintas partes del país que buscan un espacio de encuentro con su fe.
A lo largo de los años, la Casa de Espiritualidad ha acogido innumerables grupos, tanto religiosos como laicos, que llegan para realizar retiros, ejercicios espirituales y jornadas de reflexión. Bajo la tutela de las Hermanas Terciarias Capuchinas, el santuario ha mantenido su esencia como un lugar de silencio y contemplación, ideal para desconectar del ajetreo de la vida cotidiana y reencontrarse con uno mismo. Las religiosas, con su carácter afable y su dedicación, se han ganado el cariño de la comunidad de Benaguasil, no solo por su labor espiritual, sino también por su servicio a los más necesitados y su compromiso con la educación y el bienestar de los jóvenes.
La Casa de Espiritualidad del Santuario de Montiel ha sido testigo de muchas transformaciones, tanto dentro de la congregación como en el propio santuario. Sin embargo, a pesar de los cambios, las Hermanas Terciarias Capuchinas han mantenido viva la misión de su fundador, promoviendo un ambiente de oración, sencillez y acogida. La vida en comunidad que practican es un ejemplo de fraternidad y entrega, inspirada en la espiritualidad franciscana, que invita a vivir en armonía con la naturaleza y los demás.
Además de su labor espiritual, las hermanas se encargan del cuidado del santuario y de organizar las celebraciones religiosas en honor a la Virgen de Montiel, patrona de Benaguasil. Estas festividades atraen a fieles de todas partes, y la hospitalidad de las Terciarias Capuchinas siempre ha sido parte fundamental de la experiencia de los visitantes.
Con el paso de los años, la Casa de Espiritualidad del Santuario de Montiel ha consolidado su papel como un lugar sagrado, donde la fe y la espiritualidad encuentran un hogar, bajo la guía y el cariño de las Hermanas Terciarias Capuchinas, quienes continúan dedicándose con amor y entrega a la misión que les fue confiada hace tanto tiempo.
Localización
Nos encontramos en el Santuario de Montiel, ubicado en las afueras de Benaguasil, en la provincia de Valencia. Este lugar es un remanso de paz, rodeado de naturaleza y con unas vistas privilegiadas de la Sierra Calderona. El Santuario está construido en lo alto de una colina, lo que nos permite disfrutar de una panorámica impresionante del paisaje.
Aquí, a tan solo unos minutos del casco urbano, sentimos una conexión especial con la historia y la espiritualidad de la región. Benaguasil, de origen musulmán, fue conquistado por Jaime I en el siglo XIII y, a lo largo de los siglos, ha mantenido vivas sus tradiciones. Este santuario es testigo de la devoción popular y de las peregrinaciones que se celebran cada año, en honor a la Virgen de Montiel, patrona del pueblo.
El silencio que envuelve el lugar y la sencillez de la ermita nos invitan a la reflexión y al recogimiento, mientras recordamos cómo Benaguasil ha crecido desde su pasado medieval hasta convertirse en un pueblo que, aunque ha avanzado, sigue conservando su esencia rural y sus costumbres más arraigadas.
Identidad
Nuestra Congregación fue fundada el 11 de mayo de 1885, en el Santuario de Ntra. Sra. de Montiel, Benaguacil – Valencia – ESPAÑA, siendo aprobada por el Papa León XIII el 25 de marzo de 1902.
El nombre que nos dio Luis Amigó, nuestro Fundador, define nuestra identidad.
Hermanas: Así nos pensó nuestro Fundador desde las primeras Constituciones de 1885:
“A diferencia de otras Congregaciones en las que se distinguen las Hermanas unas de otras, llamándose unas de Coro o Madres, y de obediencia o Legas las otras, en esta Congregación no habrá distinciones entre las Religiosas…” (OCLA 2294).
Y el Documento final de nuestro XXII Capítulo general (2016) sigue subrayando nuestro ser hermanas, llamadas a vivir la profecía de la compasión y la misericordia:
Terciarias: Pertenecemos a la gran familia franciscana, profesando la Regla de la Tercera Orden Regular de San Francisco.
Capuchinas: Un matiz especial dentro de la familia franciscana, como capuchino era nuestro Fundador:
“Cada Orden y Congregación tiene su espíritu propio, conforme a la misión altísima que el Señor le confía; y el de nuestro Instituto, rama del tronco franciscano y por añadidura capuchino, debe estar basado en una profunda humildad y obediencia, y una total pobreza.” (OCLA 1920).
De la Sagrada Familia: Desde que el Padre Luis nos pensó, no dudó en llamarnos “de la Sagrada Familia”, tal vez por todo lo que él había vivido de esta devoción y movimiento en la Iglesia, pero de manera particular, por el recuerdo y el signo que dejó en su corazón el niño abandonado envuelto en unos “trapujos” a la puerta del convento de Montehano – Cantabria (España) donde residía en ese momento, como joven capuchino; en la cesta hallaron un escrito que decía: “No está bautizado; se le pondrá por nombre Jesús, María y José”. Este niño fue la primera persona a quien bautizó el Padre Luis (cf. OCLA 51).
Historia de la Congregación
Historia
La historia de las Hermanas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia empezó el 11 de mayo de 1885, en el Santuario “Nuestra Señora de Montiel” (Valencia – España).
Su Fundador, el joven sacerdote capuchino Fray Luis Amigó (1854 – 1934), había gestado su fundación manteniéndose atento a los signos que Dios le manifestaba a lo largo de su ministerio y, acogiendo la inquietud de personas deseosas de consagrarse a Dios, escribió unas Constituciones (cf. OCLA 68), que reflejaban el espíritu franciscano-capuchino y proponían un compromiso de vida consagrada que conjugaba la contemplación y la entrega solícita al socorro de las necesidades del prójimo, sobre todo en hospitales, centros de enseñanza, orfelinatos y misiones (cf. OCLA 2293).
Muy pronto nuestras primeras Hermanas, tuvieron la oportunidad de proyectar hacia el prójimo el amor de Dios que experimentaban en la oración (cf. OCLA 2293): a los pocos meses de la fundación, durante la epidemia de cólera del 1885 las Hermanas salieron de Montiel para atender a los enfermos en Benaguacil y luego en Massamagrell, donde las tres más jóvenes y una novicia se contagiaron y fallecieron; más tarde en este mismo pueblo, viendo el desamparo de los niños que habían quedado huérfanos por la epidemia, los recogieron en una casa y se dedicaron a educarlos. Así, poco a poco y al paso de Dios, se fue perfilando el apostolado de la Congregación que, como recomendaba el Padre Luis, debía responder a los signos de los tiempos.
La Congregación se expandió rápidamente por España y en 1905 se abrió hacia otros lugares de misión. El primer destino misionero fue Colombia donde las Hermanas llegaron en el año 1905 y de aquí salieron a otros países de América. En 1929 las Hermanas salieron para China, una aventura troncada en agraz, ya que en el año 1949 fueron expulsadas a causa de la situación política. En el año 1971 llegamos a África, concretamente a la República Democrática del Congo y en 1982 reanudamos nuestra presencia en Asia, con la fundación de Filipinas.
La pequeña familia de hermanas que inició su aventura en el Santuario de Montiel está presente hoy en 34 países de cuatro continentes y va enriqueciéndose de lo que las jóvenes de distintas culturas van aportando desde la alegría de su llamada y la ilusión de su consagración al servicio de los demás.
Hermanas fundadoras en las distintas naciones
Iniciadoras de presencias: India (2008), Sri Lanka (2011),
Vietnam (2015), El Salvador (2017) y también la “refundación” de Ecuador (1977) y China (2018).
Nuestras presencias congregacionales de Suiza, Rep. Centroafricana y Alemania fueron suprimidas.
La Casa dispone de cuatro salones para reuniones y proyecciones con capacidad para 40, 50 u 80 personas. Biblioteca.
42 habitaciones sencillas o dobles con baño propio, hilo musical, con refrigeración individualizada. La casa dispone de ascensor salvando todos los niveles.
Disponemos de una Capilla amplia y acogedora que invita a la celebración y a la alabanza, dos oratorios adecuados para la soledad y el encuentro personal con Dios.
Actividades
La casa como lugar de encuentro ofrece cada año una programación de actividades.
Además se reciben grupos de las Parroquias, Sacerdotes, Religiosas/os, que buscan unos días de paz y serenidad, de encuentro consigo mismo y con Dios.
Apúntate a las actividades de la casa de espiritualidad o con tu grupo de referencia.
Ven al Santuario de Ntra Sra de Montiel, a los pies de la Virgen, en contacto con la naturaleza, serás una persona nueva…
“Montiel es casa abierta, azul del cielo,
Y en casa está la Madre con el Niño
Porciúncula de Gracia…,
Donde la pena encuentra alivio…
La Virgen Pequeñita, “ensancha el manto”…
Que nadie ha de quedar sin su cobijo
Himno a la Virgen de Montiel”
Condiciones
Se admiten grupos de 8 ó 10 personas como mínimo.
No se admiten animales.
Respetar los horarios de la Casa: desayuno 9 am; comida 2 pm; cena 9 pm.
Abiertas al diálogo con cada grupo según sus necesidades.
Aparcamiento propio.